'Nochevieja' universitaria en Sol (2007)

Cientos de estudiantes convocados por SMS abarrotan el kilómetro cero para tomar adelantadas las uvas de Fin de Año

MARIA LUISA TORIBIO

MADRID. - La convocatoria para la Nochevieja Universitaria corrió como la pólvora por Internet: «Escuchad, ¡oh jóvenes estudiantes de Madrid! ¡Que se vea quiénes organizan las mejores Nocheviejas! El lugar: la Puerta del Sol. Fecha: viernes 14 de diciembre a las 23.55. ¡Tomemos las uvas con el reloj más famoso! ¡Demostremos que Madrid es una gran ciudad universitaria! Reenvíalo». Firmaba Jorge, un abulense estudiante de la Politécnica.

Sus condiscípulos de ésa y las otras universidades no se lo pensaron dos veces y respondieron a una llamada que tenía como fin que los grupos de amigos disfrutaran antes de que cada cual se fuera a su tierra de vacaciones. «Así se puede pasar la noche con la gente de la facultad y más adelante con la familia», apuntaba Cristina, alumna de la Complutense. Muchos pensaron lo mismo, porque a las 23.30 horas del viernes el kilómetro cero rebosaba de pandillas de universitarios y del Metro no dejaban de salir más. «Oiga, ¿qué es lo que pasa aquí que hay tanta gente?», preguntaba un caballero.

Tras la piel de plástico de las bolsas se transparentaban las botellas de cava o de sidra, por eso de la exigua economía del estudiante: «Nos gusta más y es mucho más barata», decía Rafa, estudiante de Caminos. A mano también, latas con la leyenda 12 uvas. Aunque no todos se animaron: «Uvas no, que da mala suerte comerlas antes del día 31, nosotras tomaremos 12 chocolatinas», decían Marta y sus amigos. O, a gusto del consumidor, «12 sorbos de cubata», apuntaba otro chico.

Villancicos, la canción de Mecano En la Puerta del Sol cantados a gritos... Un minuto antes de medianoche, todas las miradas estaban fijas en el reloj, aunque las campanadas no sonaron. «Mejor, que con los cuartos siempre me equivoco», reía Mar, rodeada de sus compañeras del colegio mayor. Eso sí, todos contaron hasta 12 más o menos al unísono. Luego, brindis, besos, abrazos, serpentinas, confeti. ¡Feliz año nuevo! Y a seguir la fiesta, que para eso era viernes.