Se trata de una actividad promovida por la asociación de comerciantes de la localidad, para promover las compras en el municipio, mediante una serie de papeletas que se rellenaban en el momento de realizar las compras, con lo que se sorteaba un primer premio en metálico de 6.000 euros, y un segundo de 3.000, al que renunció la ganadora.
El premio le fue comunicado por teléfono en el mismo momento del sorteo, aunque en ese instante comunicó a quien le informaba que ella no había rellenado papeleta alguna, sin saber que había sido un familiar quien lo había hecho por ella en una tienda de embutidos.
Así, al pensar que era un timo telefónico, decidió renunciar en ese instante al premio, porque las normas del concurso especifican que hay que aceptarlo en el momento de comunicarlo, por lo que fue sorteado de nuevo.
Las mismas normas especifican que el ganador tiene dos días para gastar el dinero del premio en los comercios del municipio valverdeño.
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