Si Papá Noel le dejó este año los clásicos y aburridos calcetines de todos los años, tiene motivo para quejarse: el orondo filántropo dejó todo su cargamento de prendas divertidas en un pueblecito inglés cuyos vecinos encontraron sus buzones llenos de sujetadores rosas, según informa la BBC.
"Evidentemente, hubiera sido bonito que los hubieran dejado con su correspondiente dama, pero eso no paso", afirma ante el micrófono un vecino del condado de Cumbria al ser preguntado por lo ocurrido.
Según la cadena británica, cerca de una docena de vecinos de la aldea de Port Carlisle recibieron en sus buzones un extraño regalo navideño: un sujetador rosa sin remitente.
Dado que los vecinos desconocen quién ha sido el responsable de este peculiar presente, la aparición de la lencería se ha convertido en un misterio para los habitantes del pequeño pueblo, especialmente para aquellos que no terminan de comprender su utilidad.
"No es de la talla de mi mujer, así que no podré regalárselo por estas fiestas", se queja uno de los vecinos.
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