Un cirujano de Long Island (EE UU) ha presentado una peculiar demanda de divorcio en la que exige a su aún esposa que le pague 1,5 millones de dólares (más de un millón de euros) por el riñón que le donó en 2001, cuando la vida de ella dependía de un trasplante.
Richard Batista dice que su petición se debe a la conducta de su esposa, a quien acusa de haberle engañado con un fisioterapeuta y de no permitirle ver desde hace ocho meses a sus tres hijas fruto de su relación de 14, 11 y 8 años.
"Este es mi último recurso", dijo Batista a medios de comunicación. "Mi primera prioridad fue salvar su vida y lo segundo rescatar nuestro matrimonio". El hombre, de 49 años, agregó que "no hay un dolor más profundo que ser traicionado por la persona a quien has dedicado tu vida".
Tras dos trasplantes fallidos, finalmente Batista, quien se encargaba de cuidar a su esposa, donó su riñón después de que las pruebas médicas confirmaron su compatibilidad. Así, el matrimonio sobrevivió otros cuatro años hasta que su esposa presentó la demanda de divorcio en julio de 2005.
Hace 3 años
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