¿De mal humor? No culpes al tiempo, al trabajo o a los agujeros de la cuenta bancaria. Culpa, asegura un estudio recogido por el diario Daily Mail, a tus amigos.
Emociones, sensaciones que consideramos íntimas e inalienables pueden venir influidas -en mayor medida de lo que se podría pensar- por las emociones y sensaciones de las personas que nos rodean. Incluso más: puede que hasta la obesidad dependa de aquellas personas con las que nos juntamos.
Los efectos de la presión emocional que ejerce los otros, que eran el infierno según Sartre, es "más decisiva" de lo que se creía, tal y como se desprende de un reciente estudio.
Investigadores de la Universidad de Harvard en Estados Unidos analizaron los datos de 5.000 adultos recogidos a lo largo de veinte años y concluyeron que la felicidad de uno depende de la felicidad de sus amigos.
O lo que es lo mismo, la alegría es contagiosa. Un amigo dicharachero eleva en un 60% nuestras opciones de ser felices. Lo mismo sucede al contrario, y el mal humor o los sentimientos oscuros de los demás, afectan negativamente nuestra personalidad.
El profesor Nicholas Christakis, uno de los científicos que han llevado a cabo el estudio, lo resume así: "La felicidad es como una estampida. Tu felicidad depende de la felicidad y el comportamiento de los otros". Pero el estudio concluyó otras curiosas conductas imitativas. La influencia de su círculo de amistades puede llevar a un individuo a elevar el riesgo de ser obeso, y lo mismo sucede con respecto a hábitos como el alcohol o el tabaco.
El estudio, una versión científicamente probada del 'dime con quién andas y te diré quién eres' se publicó el mes de diciembre en la revista New Scientist.
No hay comentarios:
Publicar un comentario