miércoles, 19 de agosto de 2009

La fábrica de chocolate

Si la película dirigida por Tim Burton y protagonizada por Johnny Depp, 'Charlie y la fábrica de chocolate', estaba repleta de magia y color, el recorrido por la antigua Fábrica de Chocolates 'Marugán', situada en la localidad abulense de Mingorría, produce una sensación similar.

De la mano de María Dolores, hija de Evaristo Marugán, el último chocolatero de este municipio de apenas 500 habitantes, situado a 20 kilómetros al norte de la capital, el visitante se introduce en un mundo sorprendente. Y ello, gracias a las sextas jornadas de puertas abiertas, que coinciden con las fiestas en honor a la Virgen y San Roque y que se prolongarán hasta el lunes.

De esta manera, María Dolores pretende rendir "homenaje a las generaciones" que entre 1832 y 1970 elaboraron chocolate en estas dependencias situadas en edificio declarado "de interés patrimonial", que podría convertirse en un museo del chocolate, ya que todo el inmueble y su historia forman parte del "patrimonio industrial de Castilla y León, ya que los chocolates son lo que son gracias a esto".

Se trata de mantener vivo el espíritu de su bisabuelo, el segoviano Antonio Marugán, que acompañado por su abuela Fermina Muñoz, se instaló en este pueblo desde el que endulzó la vida de miles de abulenses y españoles a los que vendió el dulce que una decena de personas elaboraban a diario desde las cinco de la mañana.

Con entusiasmo, María Dolores, profesora de Matemáticas a alumnos de la ESO, recuerda cómo el reparto comenzó a realizarse en burro, para después hacerse en tren o en coche.

Precisamente, las cocheras de lo que fue este edificio de dos plantas –arriba vivienda y abajo fábrica- conservan una joya. Se trata de un vehículo que data de 1934, matrícula AV-881, que era utilizado en la distribución del chocolate y que encierra una curiosa historia.

Según María Dolores Marugán, durante la guerra civil el vehículo fue requisado y su padre, que estuvo en el bando nacional, lo descubrió mientras luchaba en el frente de San Rafael. Entonces, aún conservaba su color rojo, aunque pronto pasó al azul que aún mantiene.

Sus mandos, al enterarse de que Evaristo tenía carné, le pusieron a conducirlo y hoy en día aún se encuentra en lo que fue la antigua Fábrica de Chocolates 'Marugán', donde regresó de una manera que María Dolores desconoce, aunque sí destaca el hecho de que el vehículo "no recibiera ni un tiro" durante la contienda.

El recorrido por el inmueble comienza en un gran hall repleto de fotografías familiares, que sirven de presentación a los visitantes. Después contemplan un vídeo didáctico sobre la forma de elaboración del chocolate. Según María Dolores, la "clave" del buen chocolate radica en dar con "el punto del tueste del cacao", algo que resultaba complicado de obtener en aquellos tiempos en los que todo era artesanal.

La visita lleva a atravesar diferentes dependencias. Primero una especie de tienda en la que se podía y, sólo entre este sábado y el lunes, se podrá adquirir chocolate en tabletas con el envoltorio original. Después se puede contemplar el complicado proceso de elaboración a través de la maquinaria que aún se conserva.

Así, puede verse el molino de cacao, la cámara de calor, la pesadora, la tostadora, el mezclador, la batidora, la cámara de frío, las bandejas y otros elementos empleados en la elaboración de esta delicia que terminaba en las manos de las mujeres, encargadas de envolver las tabletas en dos papeles, uno de parafina y otro normal, en el que aparecía la carátula de la fábrica.

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