martes, 27 de enero de 2009

Un hombre aparece en una cuneta cuando le trasladaban a casa en ambulancia

Increíble, pero cierto. Aunque la situación parezca surrealista. Que un hombre aparezca tirado en una cuneta cuando regresaba a su casa en ambulancia tras ser atendido en el hospital por una caída no es nada normal. Pero eso le ocurrió el pasado día 13 a un hombre de 80 años en la localidad de Barruelo. Y su hijo lo ha denunciado ante la Comisaría de Policía de Burgos, ciudad en la que reside, con el fin de que se aclaren las circunstancias en que se produjeron los hechos.
La nieve presente en las calles del municipio norteño jugó una mala pasada a un vecino de 80 años, Cecilio P. B., que sufrió una caída. Una persona le acompañó a casa, pero los dolores no remitieron y el Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León le trasladó hasta el Hospital Río Carrión de Palencia. Allí le efectuaron pruebas y le fue diagnosticada una microfisura en la pierna, dándole el alta tras no ser preciso su ingreso hospitalario.
Se decidió entonces que fuera trasladado de nuevo a su domicilio en Barruelo en una ambulancia de Ambuibérica, empresa contratada por Sacyl para los traslados. Sobre las 19 horas, Cecilio P. B. montaba en el vehículo camino de Barruelo, mientras su hijo, que le acompañaba en el hospital, llamó por teléfono a su madre para informarle de que su padre volvía en ambulancia, emprendiendo él el regreso a Burgos.
Alrededor de las 20.40 horas, el denunciante llamó al domicilio familiar de Barruelo, informándole su madre de que Cecilio P. B. todavía no había llegado, según consta en la denuncia ante la Comisaría de la Policía Nacional de Burgos. En ese momento, entraba en el domicilio un agente del Seprona de la Guardia Civil, que había indicado a la ambulancia el camino para llegar. Según asegura el denunciante, por manifestaciones del conductor supo que, en el momento en que llegó a la localidad, se percató de que Cecilio P. B. no se encontraba dentro de la ambulancia.
Apenas cinco minutos más tarde, el denunciante recibió una llamada de la Guardia Civil de Barruelo en la que se le comunicaba que su padre había sido encontrado en el punto kilométrico 95 de la N-611, en las cercanía de Aguilar de Campoo, por una patrulla de Tráfico de Herrera de Pisuerga.
El hombre estaba en una cuneta de la carretera, desorientado, con múltiples contusiones en el cuerpo y la ropa destrozada, sin saber lo que hacía allí ni cómo había llegado.
El hombre fue derivado de nuevo al Hospital Río Carrión de Palencia, y al día siguiente le dieron el alta, señala el denunciante, al tiempo que hace hincapié en cómo habló con el conductor de la ambulancia para que le explicase qué había ocurrido, tomando éste su número de teléfono. No obstante, y dado que no recibía ninguna llamada, comunicó con la empresa, dónde, según la denuncia, le dijeron que no se encontraban las personas adecuadas para tratar el asunto y que ya se pondrían en contacto con él.
Al día siguiente volvió a ponerse en contacto con la empresa para pedir explicaciones, contestándole que la versión del conductor es que Cecilio P. B tuvo que tirarse en marcha. Al parecer, en su declaración a la Guardia Civil, el conductor de la ambulancia manifestó no saber en qué momento pudo bajarse el hombre, ya que el vehículo tiene compartimentos diferenciados y no cuenta con bloqueo de puertas en su interior.
El denunciante incide además en que, como consecuencia de las heridas, su padre ha tenido que ser ingresado en una residencia de Aguilar de Campoo.

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