20.06.2008
Kike y Dani, dos guardias civiles que además son hermanos, pasaban unos días de vacaciones en Nueva York junto a su madre pero el sentido del deber les pudo más y detuvieron a un peligroso ladrón que salía a la carrera de unos grandes almacenes.
Paseaban por la ciudad cuando se fijaron en un hombre que abandonaba a toda prisa un centro comercial, mientras miraba a uno y otro lado. Los gritos de auxilio les pusieron en alerta. Sin pensarlo dos veces los dos hermanos empezaron a perseguir al caco. Eso sí con cierta cautela, pues pensaban que el ladrón podría estar armado.Aun así, lo atraparon a la altura del Madison Square Garden. "Me abalancé sobre él, le hice un barrido y le tiré contra un macetero", relata Kike al diario El País.
No faltó el típico aviso de "¡Alto a la Guardia Civil!" en el momento de la detención. El ladrón, de origen mexicano, no entendía nada a pesar de hablar español. "Ustedes no tienen jurisdicción aquí, cabrones", les dijo.
"We are civil guards"
Entre forcejeo y forcejeo, Kike logró esposar las manos al delincuente con unos grilletes que lleva siempre consigo. Mientras, la gente se amontonaba a su alrededor para grabar la escena. A todo esto, llegó un oficial de la policía de Nueva York. Kike y Dani se explicaron como pudieron en su inglés de andar por casa."We are civil guards" les dijeron a los atónitos policías. Un policía hispano aclaró el entuerto.
Los dos hermanos habían atrapado a un peligroso delincuente al que la policía de Nueva York llevaba tiempo buscando. A las pocas horas, madre e hijos debían volar de regreso a España. La policía les tomó los datos de contacto. Ahora, han decidido enviarles una felicitación, en agradecimiento a su colaboración.
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