jueves, 9 de abril de 2009

Un turista asturiano escapa al terremoto de Italia... y al 'tsunami' y a un tornado y a la guerrilla maoísta

Los amigos de Daniel de Teresa lo tienen claro: es un hombre con mucha suerte. Este joven gijonés de 32 años, profesor de Lengua, mantiene una extraña relación con las tragedias naturales y los acontecimientos trágicos. Su largo historial de viajero cuenta ya con varios 'sustos' de importancia, el más reciente, el terrible terremoto que ha asolado buena parte del centro de Italia.

Daniel de Teresa cuenta a RTVE.es que llegó a L'Aquila la noche del domingo al lunes 6 de abril. Viajaba acompañado de Marta, su novia, para visitar a unos amigos italianos que conoció cuando hace 10 años estuvo en la zona como estudiante de Erasmus. "Llegamos cuatro horas antes del terremoto", explica, "y todo empezó a temblar: la parte del edificio en que nos encontrábamos no se derrumbó, pero la otra part sí". Daniel recuerda que lograron salir a la calle "en medio de mucho polvo y confusión" y decidieron pasar la noche en el exterior.

El lunes, se reunió con los otros españoles que había en la zona, y, en compañía del consul de España en Nápoles, viajaron a Roma, desde donde la mayoría del grupo volvió a España. Sin embargo, Daniel y Marta decidieron quedarse en la capital italiana para seguir sus vacaciones con tranquilidad. Pero tampoco pudieron, porque una vez en la Ciudad Eterna les sorprendieron las fuertes réplicas del terremoto. Aunque, tras los angustiosos momentos de L'Aquila, Daniel explcia que fueron sólo "unos temblorcitos".

Un pasaporte marcado por los sustos

Daniel de Teresa es un viajero impenitente que ha recorrido medio mundo. Y en ese continuo viajar no deja de bordear las calamidades más sorprendentes. En 2003 se fue a vivir a Nepal como profesor de español. Una vez allí, aprovechó para conocer el Lejano Oriente y su periplo siempre estuvo marcado por los suceso.

El más dramático de todos fue el terrible tsunami que destruyó las costas del Índico en diciembre de 2004. Daniel había estado apenas unas horas antes en las devastadas costas de Pucket y, cuando llegó la ola asesina, estaba afortunadamente en la costa contraria a la que fue arrasada.

En otro de los viajes por la región, llegó a Camboya, donde fue secuestrado por un grupo de delincuentes "que me amenazaban con cortarme el cuello". Una vez más, su buena estrella le ayudó y fue puesto en libertad apenas 24 horas después.

Y otro ejemplo de cómo Daniel flirtea con la calamidad: en octubre 2005 tenía billetes para volar a Pakistán con Javier, un amigo. El día 7 decidieron que cambiaban de rumbo y volaron a Nueva Delhi, India. El día 8, el peor terremoto del siglo devastó Pakistán y causó miles de muertos.
Claro que en ese mismo 2005 ya se había librado de los atentados de Londres por un par de días...

Además, a Daniel no le hace falta viajar para encontrar peligros. Durante su estancia en Nepal se recrudeció la guerra civil entre laguerrilla maoísta y el antiguo gobierno monárquico, que había empezado en 2006 y que estaba en un estado de latencia. "Pusieron una bomba delante de mi vivienda", relata Daniel, que, durante algún tiempo, fue prácticamente el único español en Katmandú, capital nepalesa.

Después se fue a vivir a Estados Unidos, a Texas, donde trabajó como profesor en la ciudad de Dallas. "Estando allí, mi novia y yo vivimos un tornado que causó varios muertos. Por suerte, nos pilló dentro del coche".

Como se ve, Daniel de Teresa acumula un historial de viajero lleno de sobresaltos y, al tiempo, una buena suerte envidiable. Como dice él mismo, "mis amigos se lo van a pensar antes de invitarme".

1 comentario:

elgritodeltiempo dijo...

y vas y nos pones lo mismo a las patris
anda k!!!
estoy en la biblio y no puedo oirlo!
luego t cuento!!!
bztssss