Leed atentamente la siguiente historia porque se las trae: funcionarios gubernamentales del sudeste de China han ordenado a los trabajadores que se encargan del mantenimiento de un puente de acero de 300 metros de longitud que lo cubran con una capa de grasa para evitar que los ciudadanos de la zona lo utilicen para lanzarse al vacío y suicidarse.
Esta surrealista decisión se ha tomado después que las autoridades locales hayan intentado frenar la ola de suicidios colocando guardas que debían vigilar el emplazamiento, así como vallas y carteles advirtiendo que nadie acabara con su vida. Nada funcionó. La gente seguía tirándose.
Ante la falta de resultados, han optado por esta medida desesperada que en el peor de los casos aún podría acabar causando más víctimas entre los transeúntes que estén allí paseando y acaben resbalando y cayendo. En fin... entre esta noticia y la del universitario estadounidense que ha matado a un ladrón que le había robado la PlayStation, llevamos una semanita curiosa
Hace 3 años
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