Si un despistado viaja en uno de estos coches, no tardará mucho en comprobar que el vagón es diferente al resto, y no precisamente por el diseño. Se dará cuenta de que ningún viajero le explica a otro por el móvil voz en grito y acaso con voz engolada: “Voy en el AVE”. Los holandeses, con fama de ruidosos entre sus vecinos, le llaman a esta situación, típica en los trenes españoles, belterreur, el terror telefónico. En los trenes de los latinos del norte los usuarios llevan el móvil en modo “silencio” y si reciben una llamada salen fuera para hablar.
Hace 3 años
1 comentario:
buf... ahí no podríamos ir ninguno, espero que no hagan eso akí... besito jorge! cuídate
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